Elecciones alemanas por Jesús M. Hevia Riopedre

25 de septiembre, viernes. Quedan dos días para las elecciones y ya me he hecho a la idea de que Alemania bailará al son del CDU y del FDP durante los próximos cuatro años. La gran incógnita es saber qué tipo de música será la que suene.

La prensa europea está tan espectante como yo por ver cómo le sienta a Alemania este más que inminente giro a la “derecha”. Por lo que a mí respecta, hablar de derechas y de izquierdas se ha convertido en un anacronismo; si no difícilmente se podría explicar que sea el Partido Popular y no el PSOE quien se oponga a las injustas y discriminatorias concesiones a las Naciones Históricas españolas (según los jacobinos, todos los ciudadanos del país deberían tener los mismos derechos y obligaciones). Aparte de este ejemplo, muchas de las cartas que se barajan en la política actual no se dejan someter a este maniqueísmo: energías renovables, guerras en Oriente Medio, centrales nucleares, etc.
A mi juicio, tiene más sentido hablar de gobiernos intervencionistas y de gobiernos liberales. La coalición que hasta el traspaso de poderes habrá gobernado a Alemania, formada por socialistas y cristianodemócratas, se caracterizó por seguir aplicando y reformando el intervencionismo estatal en material económica que ha hecho de Alemania uno de los países modélicos en cuanto a prestaciones sociales. Y cabe recordar, por mucho que les pese a los liberales, que debido a (o a pesar de) este intervencionismo Alemania ha pasado de ser polvo y cenizas a convertirse en el tercer producto interior bruto del mundo.

Todo apunta a que el CDU habrá de elegir si seguir con la coalición actual o sustituir al socio socialista por uno liberal. Es decir, que nadie sabe todavía si Alemania seguirá en la línea intervencionista que le ha caracterizado o si se arriesgará a introducir un poco de liberalismo económico al más puro estilo anglosajón. El CDU es un partido tradicional, conservador, no debería haber razón para cambiar lo establecido. Pero quién sabe si el CDU preferirá venderle el alma a un pequeño diablo que cree poder controlar antes que compartirla con un SPD grande y fuerte. Ésta es la única incógnita de deparan las elecciones germanas.

19 comentarios sobre “Elecciones alemanas por Jesús M. Hevia Riopedre

  1. Lo que no entiendo, en un país tan organizado como Alemania ¿De que discuten los políticos alemanes?
    Ahora en serio, creo que el gran mérito de los alemanes ha sido hacer pactos de estado necesarios mediante la «gran coalición». A nivel nacional tuvieron los huevos de subir el IVA y han sido capaces de manejar medianamente los tiempos de la crisis.
    No digo que sean perfectos, pero supongo que es otro nivel de discusión, al autóctono «Se rompe España»/»España nos oprime» que estamos escuchando todo el rato por estos lares, mientras se discute una y otra vez el modelo de estado.

  2. No tengo tiempo para leer con calma ahora los links. Hoy toca Oktoberfest. Pero así grandes rasgos, el primer link más que hablar de Historia te cuenta una historia, y más bien propia de Iker Jiménez que de alguien con rigor científico y sentido común.
    El lunes me los leo con detenimiento y os dejo mi opinión.

    @Pedro: Discuten de la energía atómica, de la integración de Turquía en la Unión Europea, del derecho a voto de quienes llevan en Alemania más de seis anios, de que la educación no sea cuestión de los Bundesländer sino del estado central (sí, también lo hay, por raro que parezca aquí), y sobre todo discuten las reformas del sistema de prestaciones sociales (para que no sea un chollo quedarse en casa jugando a la Play, como en los ochenta, y para que tampoco tenga uno que pasarlas canutas si no encuentra trabajo aunque lo busque).

  3. El artículo sobre la farsa de la reunificación tiene todo el rigor histórico que es de sentido común. ¿Desde cuando se analiza la historia con rigor científico? En cualquier caso es el punto de vista de un prusiano sin patria, diría yo. La problemática de Alemania y la pérdida de sus territorios no la puede entender quien no sabe la historia alemana desde mediados del siglo XIX.

    Pero sobre las elecciones he aquí dos enlaces de interés, ya que lo de la reunificación no viene mucho a cuento del tema:
    http://www.occidentealaderiva.com/2009/09/alemania-debate-electoral-merkel-vs.html
    http://www.occidentealaderiva.com/2009/09/elecciones-generales-en-alemania-los.html

    Otra cosa: La CDU hace tiempo que ha dejado ser derecha conservadora. De mano de Merkel se ha convertido en un engendro amorfo de socialdemocracia liberal. El análisis dado falla en que no será tanto la voluntad de Merkel la que decidirá la futura coalición, sino más bien la realidad del parlamento. Alemania se ha vuelto bastante ingobernable por la falta de mayorías claras. Y si entran los Piratas, por sorpresa, dado que ante la indecisión del electorado todo es posible, aquello va a ser un cachondeo.

    Uno pregunta de qué discuten los políticos alemanes: Pues de chorradas como en España. La diferencia es que en algunos asuntos gana la sensatez, como cuando hay que tomar medidas económicas. Pero los Verdes y los comunistas son un problema, sus jueguecitos ideológicos han perturbado mucho el desarrollo del país, la política social de los Verdes con los Socialistas llevó al estado a una situación de estancamiento (fomento de una capa social de parásitos perfectamente en condiciones de trabajar). Una cosa es protección social y otra fomentar a los vagos y alimentar a inmigrantes musulmanes que no «trabajan» más que en casa para aumentar la prole a costa del estado, o a jovencitos de 18 años para que, sin trabajar ni estudiar, puedan vivir con su pareja de forma independiente sin mover ni un dedo. Dos ejemplos para un amplio abanico de problemas.

  4. Estimado Atreides, gracias por pasarte por esta reunión de colegas.

    De historia no tengo ni idea, así que no se si Jesús va a querer justificar sus acusaciones 🙂 de todas formas, te pido que no nos lo tomes a mal.

    Gracias por los textos sobre las elecciones, ya los he leído, creo que puedes tener razón en algunas cosas que apuntas. Lo que pasa es que como socialdemócrata que avanza pasito a pasito hacia lo liberal (para quedarme calentito en el medio), hay determinadas afirmaciones que realizas que me resultan molestas a mis oídos «educados en la izquierda» (lo de vagos y musulmanes, ya sabes, pura corrección política).

    Las sentencias sobre que la actual configuración de la protección social es un refugio para vagos ya las he escuchado en más sitios pero… ¿Cual es la alternativa?

    Crono, si quieres contesta tú también.

    Un saludo

  5. Para evitar a los parásitos sociales lo que hay que hacer es incentivar su reinserción en la vida laboral de forma imperativa, es decir, reduciendo las ayudas en función de los empleos que los afectados han ido rechazando con las artimañas que se conocen perfectamente. Sé por reportajes que he visto que algunas oficinas del INEM alemán hacen esfuerzos sobrehumanos, pero a pesar de las facilidades los «vagos» saben que al final siempre contarán con subsidios. En esto hay que profundizar y tomar medidas adecuadas. Está claro que se puede distinguir perfectamente entre los vagos profesionales y los desfavorecidos, pero estos últimos no se negarán a trabajar si se les dan facilidades.

    En cuanto a lo políticamente correcto, yo soy totalmente incorrecto y digo las cosas como me parece sin reparar en reglas impuestas por ciertos sectores. El buenismo es precisamente el mayor mal que sufre la sociedad occidental actual. Sólo llamando las cosas por su nombre se va a conseguir algo, no dando rodeos a los problemas.

    Gracias por tu comentario.

  6. Vengo tocado del Oktoberfest, pero matizo un par de cosas que maniana prometo ampliar:

    1) Si la Historia es la suma de las historietas de mi abuelo, de lo aprendido en el colegio y de lo que nos llega a través de los medios de comunicación de entretenimiento, entonces sí que la Historia carece de rigor científico.
    Para mí la Historia sólo tiene sentido si se analiza metódicamente como una ciencia (historiografía). Es cansino, aburrido y roba mucho tiempo, pero sin el rigor científico la «Historia» que queda no vale más que para discusiones de chigre.

    2) Los «asis» (die Asozialen), los parásitos del Estado alemán son un problema de menor escala y mayor complejidad. Calificar de vagos a quienes no trabajan es injusto, pues algunos quieren. Llamar vagos a los que no quieren, es igual de injusto. Seguramente los haya, pero una gran mayoría (te lo aseguro porque lo veo a diario) están enfermos: alcoholismo, drogodependientes, aislamiento social, crisis nerviosas, etc.
    Un vago es alguien que elude trabajar, que prefiere vivir del cuento, a costa de los demás; pero es alguien que es feliz de ese modo. La mayoría de los asis llevan una vida en plan «Trainspotting» de la cual desearían salir. Sacarles a patadas (es decir, o trabajas o te quedas sin casa y sin paga del Estado) sería contraproducente. Esos «vagos» se convertirían en «vagos sin techo» y/o en «vagos criminales». Reinsertar a alguien en la sociedad no pasa únicamente por darle un trabajo (esto sería la culminación del proceso, no el comienzo del mismo).

    3) En Alemania hay más inmigrantes no musulmanes que musulmanes. El gobierno alemán alimenta por tanto, y por este orden cuantitativo, a alemanes, a inmigrantes no musulmanes y a inmigrantes musulmanes. Y salvo que se tengan datos oficiales que lo corroboren, afirmar que los inmigrantes musulmanes no trabajan más que fabricando hijos en casa, es una falta de respeto totalmente gratuita e infundada hacia una comunidad religiosa. Somos libres para expresarnos como queremos? Pues yo me acojo a la moción y, a diferencia de Pedro, no diré que es políticamente incorrecto afirmar algo así sino que es una asquerosa muestra de discriminación religiosa y (quizás me aventure aquí demasiado) racista.

    4) Las reformas de los últimos anios han obligado a las familias a asumir en primera instancia los gastos de sus miembros, tanto menores como mayores de edad. Yendo al grano. Si tus padres tienen pueden darte cuatrocientos euros al mes, o bien tienen posesiones que puedan vender, el Estado te deniega la ayuda. Esos jovencitos de 18 anios que se mencionan, y también sus familias, tienen que estar empozados hasta las cejas para poder vivir del cuento. No creo que nadie en su sano juicio se dedique a gastarse todo lo que tiene y a vender sus inmuebles para sacarle al Estado casa de alquiler y cuatrocientos euros. Así pues, o están enfermos (ya lo comenté antes) o son realmente pobres de solemnidad.

  7. 5) No sé si me explicaría yo mal, pero no entiendo por qué el análisis habría de ser fallido. En ningún momento dije que Merkel decidiese nada, sino el CDU. Por qué? Porque en el parlamento alemán hay siempre cinco partidos:

    CDU – SPD – Verdes – Izquierda – FDP.

    Con Linke (izquierda) no hace coalición ningún partido. Y el resto de posibilidades son éstas:

    CDU – SPD
    CDU – FDP
    CDU – FDP – Verdes
    SPD -Verdes
    SPD – FDP – Verdes

    Poniendo que las coaliciones de tres partidos sólo se dan cuando los resultados del CDU y del SPD son muy parejos, nos quedan sólo tres conbinaciones. Poniendo que en todas las encuestas el SPD y los Verdes sumaban muchísimo menos que el CDU y el FDP, estaba claro que el SPD no iba a ser el partido mayoritario de la coalición. Quedan dos opciones: CDU y SPD o CDU y FDP. Ése fue mi análisis. Las votaciones demostraron que no era fallido. Y las primeras palabras del CDU ya han confirmado mi premonición: CDU y FPD para los próximos cuatro anios.

  8. 1º Chus, calma, no empecemos a llamarnos racistas unos a otros que entonces la liamos. No creo que lo que plantea Atreides sea una postura racista. Simplemente es un camino distinto para alcanzar el optimo social. Lo respeto, pero como aclaro más abajo, no lo comparto en toda su extensión.

    2º Elecciones:
    Y como Atreides, estoy contento por el FDP, me gustaría saber si hay algún sitio donde se haga un análisis politológico para saber si ese voto es urbano y que edades tiene y si hay algún sitio donde pueda conseguir el programa y los discursos traducidos al inglés. Y, Chus creo que describiste los resultados correctamente.

    3º En el tema de «parasitos sociales», como en todo, creo que se reduce a un problema de eficiencia. No creo que sea un problema que afecte a nuestra sociedad de manera especialmente grave, pero tampoco creo que se deba obviar. Aumentar la percepción del riesgo de los «parasitos» (habría que definirlos como personas capaces para trabajar pero que renuncian a ello) creo que puede venir por dos caminos: a) reducir las prestaciones de una manera global o b) ser «más justos» a la hora de otorgarlas.

    a) La primera medida tiende a generar un aumento de la marginalidad, ya que en esa reducción de prestaciones global, van incluidos quienes no tienen opciones para trabajar (los colectivos en riesgo de exclusión social de los que hablaba Chus) lo que acaba generando costes (crimen, marginalidad). Puede perderse lo que se gana.

    b) La segunda medida, actuar «como un bisturi» acudiendo a ayudar sólo a quien lo merezca y lo necesite. Primero que la capacidad para actuar con sutileza de la administración es escasa, las políticas de subvenciones se parecen más a aventar al viento calderos de agua con la intención de que se cuele por las grietas. Segundo, los costes asociados, por ejemplo, de un sistema de supervisión eficaz pueden ser muy elevados y no tienen porque solucionar el problema. Son los «parasitos sociales» aquellos que tienen más capacidad e incentivos para la picaresca, pudiendo incluso generar un negocio como el de las mafias con la inmigración ilegal.

    Perdón por la disgresión pero pongo un «Ejemplo»: En el principio de los tiempos en las universidades públicas españolas se generó el debate sobre la utilización de la matrícula por internet, este sistema permite una gestión más económica del servicio de matricula pero siempre hay un porcentaje de fallos (matrículas no cobradas) que hace que algunos estudiantes no paguen y sin embargo disfruten del servicio. El anterior sistema, con su necesidad de papeles y demás, actuaba muy eficazmente al no permitir que casi ningún alumno quedase sin pagar la matrícula, actuaba «como un bisturí», pero a un coste muy alto. Los beneficios de implantar el servicio online superaban ampliamente los costes de los fallos.

    ¿Queda claro cual es mi argumento? Entiendo que hay que aumentar la percepción del riesgo de los «parasitos» pero al mismo tiempo entiendo que bajar la protección social o «actuar como un bisturí» tiene unos costes sobre aquellos que realmente la necesitan. Mi problema es un equilibrio entre esas dos posturas.

  9. http://www.zeit.de/politik/deutschland/2009-09/wahlanalyse-fdp

    Región:
    En los estados del Este el FDP es algo más débil:
    En Brandenburg y Mecklenburg-Vorpommern un poco menos del 10%.
    En Sachsen, Sachsen-Anhalt y Berlin un poco más del 10%.
    A pesar de estar por debajo de la media naciona, el crecimiento es llamativo porque el FDP no pasó durante mucho tiempo del 2% en Brandenburg y del 5% en Mecklenburg-Vorpommern.

    En el Oeste, la media es de 15,4 %.
    En algunos Bundesländer la diferencia con el SPD no fue muy grande:
    Baden-Württemberg (18%), in Hessen (16,6%) oder in Schleswig-Holstein (16,3%).

    Edad:
    Al igual que en 2005, no hay ningún grupo de edad en el que el FDP denote carencias. En 2009 han obtenido al menos un 12% en todos los grupos de edad. El éxito se concentra en los grupos jóvenes.
    Más de 60: 12%
    Menos de 30: 17% (un crecimiento del 5%)
    Votantes por primera vez: 15 % (casi tantos como el SPD, quien tradicionalmente siempre fue el partido de los primeros votantes.

    Condición laboral:
    Autónomos: el 26% de los autónomos votó al FDP
    Trabajadores: 13% (trabajadores „no cualificados“)
    Empleados 16%
    Jubilados: 13%
    Parados: 8%

  10. Releyéndome creo que he dejado una cosa explicada muy vagamente o que bien puede dar a malos entendidos:

    De los 21 mandatos que ha habido en Alemania después de la segunda guerra mundial, el FDP ha estado presente en 16 de ellos (con el de ahora en 17 de 22). Siempre formando coalición con el CDU o con el SPD, y siempre como partido minoritario de la coalición.

    Con lo del cambio de políticas quizás no quería dar a entender que la entrada del FDP al gobierno convertiría a éste en liberal. El FDP ha estado siempre ahí; el asunto es que no con la misma fuerza que está ahora.
    Antes de las elecciones se sabía que los partidos grandes iban a perder bastantes puntos en favor de los tres «pequenios». Al final el que salió peor parado fue el SPD. Yo lo que me esperaba era que el CDU anduviese también flojo (que lo estuvo), pero aún más, en torno al 28%.
    No cabe duda de que en esta coalición el FDP ya no es el bebé del CDU, y de que a sabiendas de su fuerza pedirá aplicar su programa, especialmente en materia fiscal y económica.

  11. Pues no, es lo de siempre: cuando la pobreza entra por la puerta, el amor salta por la ventana. Traducido a la política ya vemos lo que significa…

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